jueves, 5 de febrero de 2009

Paso Pichachén

Luego de varias iniciativas de entidades privadas, años después las autoridades regionales y provinciales de ambos lados de la frontera tomaron la iniciativa para materializar la efectiva habilitación del paso fronterizo de la Octava Región. En el contexto de la integración chileno-argentina, el 1 y 2 de marzo de 1986 se llevó a la localidad argentina de Chos Malal, el primer encuentro por el paso de Pichachén, entre representantes de Los Angeles y de la ciudad trasandina antes citada. Ese encuentro fue organizado por el Rotary Club del Chos Malal y la Cámara de Comercio, Industria y Producción de la misma localidad. Por la parte chilena contó con la presencia del miembros del Rotary Club de Los Angeles y autoridades provinciales. 

 EL diario local «La Tribuna» del 5 de marzo de 1986 consigna en su editorial que de llegar a concretarse la habilitación de este paso «constituiría un importante vehículo de desarrollo para Los Angeles... El sector privado dio ya dio el primer paso. Apoyar dicha iniciativa es tarea ahora de las autoridades». En la ocasión se dio lugar a la «Declaración de Pichachén», en la cual los participantes se comprometieron a elevar a la comisión binacional para la cooperación económica e integración física entre ambas naciones, la inquietud de habilitar el paso Pichachén para el tránsito internacional de personas, mercaderías y tránsito vecinal fronterizo. Textualmente el documento señala que «analizadas las posibilidades de una vinculación terrestre por el Paso de Pichachén en forma ya materialmente inmediata, existe la viabilidad, por razones operativas, de que la infraestructura que se está realizando entre el paraje Moncol y la línea de la frontera pueda extenderse más allá del límite internacional en aproximadamente escasos kilómetros...». A comienzos de la actual década se fue produciendo un diálogo cada vez más frecuente entre los sectores de la Octava Región con otros de la correspondiente ubicación trasandina de la provincia de Neuquén y con sus respectivas autoridades. En 1993, un documento titulado «Pasos fronterizos: Pichachén-Copahue» y firmado por el entonces director de Planeamiento de la región, Rinaldo Marisio señala que Pichachén tiene una habilitación ocasional, «temporalmente significa que el paso puede funcionar durante el periodo estival (noviembre-mayo), previa resolución administrativa». Así, tras la solución de problemas administrativos y legales y con el amén de las autoridades provinciales chilenas, en 1997 cuando ya se dio un primer gran paso. En el Encuentro del Comité de Fronteras de Los Lagos, que convocó en Los Angeles a los representantes de las regiones más australes de Chile y Argentina, Pichachén permaneció abierto por tres días para que los vecinos trasandinos pudieran usarlo para el tránsito internacional. Fue la primera vez en que funcionó como paso fronterizo propiamente tal. Y sólo algunos meses después. El 8 de enero, el intendente de la Región del Biobío, Martín Zilic y el gobernador de la provincia de Neuquén, Felipe Sapag, dieron el vamos – en el mismo hito fronterizo- a la apertura oficial del paso internacional de Pichachén. Por tres meses estuvo operando, recibiendo a unas mil personas. Ese mismo año, pero un 9 de noviembre, volvió a abrir las puertas y más de 2 mil 500 personas lo usaron en uno y otro sentido. En el intertanto, en el lado chileno se efectuaron importantes inversiones que permitieron mejorar notablemente el estado de la vía, haciendo posible su uso para todo tipo de vehículos, y proveyendo de instalaciones más adecuadas para el personal instalado en el complejo aduanero. 

En los últimos años, el paso fronterizo se ha seguido abriendo para los tiempos de verano y cada son más y más sus usuarios, gracias a las últimas mejoras que permiten que cada día siga siendo más expedito y fluído el paso de los automovilistas. Este esfuerzo contínuo permite proyectar en el mediano y largo plazo a Pichachén como una real alternativa para el tránsito internacional, potenciando el desarrollo recíproco de ambas naciones. 

Requisitos para cruzar la Frontera.  ANTECEDENTES: Los chilenos que van a hacer uso del paso Pichachén, deben solicitar un salvoconducto en la sede de la Brigada de Investigaciones Criminales de la Policía de Investigaciones de Chile en Los Angeles, ubicada en la calle O’Higgins 147. Este salvoconducto tiene una vigencia de tres días. DOCUMENTACIÓN: Para el viaje, se requiere la cédula de identidad de todos quienes viajan, incluyendo los niños. Asimismo, se requiere la documentación del vehículo al día. Si el vehículo es ajeno, se debe contar con todos los permisos notariales correspondientes. Los niños que viajan sin sus padres, deben contar con permiso notarial de ellos.

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